"Son de Negro" Copyright©maiskellsánchez2010 |
Sábado de carnaval:
Abro
los ojos a la luz del día en la ciudad de Barranquilla, Colombia, donde me recibe un enorme balcón que da hacia el
Río Magdalena. La vista es tan acogedora que salto de la cama, abro el ventanal
a ritmo de emergencia por el deseo de ser abrazada por la brisa de la Costa
Caribe. Miro hacia todos lados escudriñando el paisaje, y al bajar la mirada a
la calle, hay un letrero enorme que dice “Aquí comienza el Carnaval” Ya todo
está dicho, el recibimiento tiene hasta carteles para que se tenga presente que
uno es ¡más que bienvenido!
Pedro
y Julia –mis anfitriones barranquilleros- me cuentan que días antes se había
dado la lectura del bando que es un
decreto, donde se ordena que la ciudad será inundada por la alegría, se declara
“territorio libre y zona despejada de toda antipatía y estrés como lo exige el estado de emergencia
carnavalera, hoy, mañana y después”
Salgo
a pasear por la ciudad. No queda nada fuera del carnaval, allí están
disfrazados los taxis, los taxistas, las casas, las tiendas, la gente, ¡todo
está tomado por el espíritu del carnaval!
Domingo de Carnaval
La
ciudad no duerme. La música está en todas partes. Nos vamos temprano para la
Vía 40 hacia los palcos de lo que se llama el “Cumbiódromo”
Se
llega con el carro hasta un punto y de allí se camina hasta esa gran avenida que
sirve de exposición a todos los grupos que van a mostrar su colorido. La gente
va preparada con su pinta de carnaval: sombreros vueltiaos, franelas que dicen
cosas graciosísimas con respecto al carnaval, pelucas de colores, grupos de
amigos y familias que se disfrazan de las formas más variopintas imaginables.
Para
estar a tono con todos, me compro unos zarcillos con forma de marimonda, que es
un disfraz nacido en Barranquilla con una cara muy particular, hecha de una
bolsa de tela con tres huecos, bordeados de tela rellena, una nariz larguísima
que asemeja un falo y unas grandes orejas que parecen de elefante. Todo tiene
colores muy alegres: amarillo, azul, verde, rojo.
Llegamos
a los palcos y nos recibe un grupo musical, donde destaca un señor que toca una
flauta de millo. Es un cilindro como de veinte centímetros de largo, de poco
diámetro, abierto en ambos extremos, que el señor toca como si en eso se le
fuera la vida. La gente se emociona hasta los huesos, y es que estar
presenciando el arte que nace cada vez que se toca, es ver en vivo una obra de
arte.
Comienza
el desfile. Arranca con una carroza que recuerda a los secuestrados de
Colombia. Me impacta, porque en medio del carnaval, mantienen vivo el deber de
velar por quienes necesitan ser recordados. Luego de eso, comienzan a pasar las
diferentes comparsas: La danza del monocuco, la danza de las aves, la danza del
Mapalé, la danza de la cumbia, el Son de negro, el Mohicano dorado, el
descabezado, drácula, la loca, María Moñitos, los gorilas, la Reina del
carnaval, el Rey Momo, los cantantes de salsa, merengue, cumbia, vallenato ¡y
pare de contar!
La
lista de expresiones de bailes y comparsas, es infinita. Una fiesta de colores
para los ojos, una fiesta de alegría para el alma.
Lunes de carnaval
Hoy,
es el festival de orquestas en la noche, en el estadio Romelio Martínez. Todos
los grupos van a competir por el Congo de Oro, que es el máximo galardón. La
cumbia, el porro, el fandango, la chalupa, el mapalé, el vallenato, la salsa,
el merengue y la música urbana, llenan de música a Curramba la bella.
La
noche termina en La Troja, ese templo de la salsa que no puede faltar en el
recorrido.
Martes de carnaval
La
muerte de Joselito. Con este acto se anuncia el final del carnaval. Joselito es
una persona o un muñeco, a quien llevan por las calles en un ataúd o camilla,
rodeado de “viudas” que lo lloran de una forma exagerada. Muere “cansao” y
“enguayabao” para resucitar en el próximo carnaval.
Me
llevo el sabor y la vida que se refleja en la cara de cada barranquillero que
pone sus ganas y su tradición a los pies de quien tenga a bien, venir a
disfrutar de sus carnavales, porque como bien reza su lema: “Quien lo vive, es
quien lo goza”
Twitter: @maiskell