jueves, 25 de noviembre de 2010

Regresión

- ¿Dime qué ves?

- Tengo 5 años, soy la niña de Papá. Me lleva a mi primer día de colegio. Me dice muchas cosas y me pide que me porte bien, que haga caso, que aprenda mucho, y que si me porto bien, todo el mundo me va a querer.

- ¿Pasa algo más? ¿Algo especial?

- No, realmente tengo una vida feliz. Soy una niña feliz.

- Vamos a ir más adelante en tu vida. Un momento importante. Deja que te lleve tu memoria...

- Tengo 15 años. Me van a celebrar mis 15 años, estoy emocionada. Ya tengo listo mi vestido. Me lo estoy midiendo y doy vueltas y vueltas para ver como se ve la falda que es amplia, como de princesa. Tengo una cuadrilla. Vamos a bailar el vals. Va a ir Ernesto. 

- ¿Quién es Ernesto?
- Ernesto es el muchacho de 5to año que me gusta. Lo invité. Yo creo que le gusto, aunque sale con Adriana o lo veo con ella, no lo sé en verdad, pero él siempre me brinda cotufas acarameladas que venden en la cantina, le debo gustar algo, ¿no? 
- Ya estas en tus quince años. Dime, ¿cómo es tu fiesta? ¿qué pasa en ella? 
- Mis papas están contentos. Vinieron todos sus amigos y dicen que estoy muy bella. Mi papá me regaló un ramo de flores gigante, y me dijo que era para que cuando un hombre me sorprendiera con flores no me impresionara tanto. Yo estoy contenta, pero... estoy triste. Ernesto ha sacado a bailar a mi prima Lisa toda la noche. Cuando me ve, me sonríe y me pica el ojo, pero él sigue baila que te baila con Lisa.
- Ernesto es el muchacho que te gusta ¿te ha dicho alguna vez que está interesado en tí?
- Bueno, decirme, como decirme... no, pero yo sé que le gusto y que él es un príncipe, tiene los ojos bellos, juega futbol para la selección del colegio, que de seguro besa bien... ¡qué pena! ¿no? 
- ¿Y qué crees que pasa, que él no te dice nada?
- Es que estoy en mis 15 años, y como están mis padres y eso, le debe dar  como pena, seguro que está cerquita de Lisa para poder sentirse cerca de mi. ¡Me va a sacar a bailar! ¡qué emoción! ¡Ay, Dios mío que nervios!. La pista es toda para nosotros, me dá pánico meter la pata.
- ¿Ya estás bailando con él?
- Sí.
- ¿Hace alguna otra cosa?
- ¿Leonardo?
- ¿Quién es Leonardo?
- Fue un novio que tuve a los veintidós.
- ¿Qué otra cosa pasó en la fiesta?
- Nada.
- ¿Nada?
- Nada de lo que yo esperaba.
- ¿Qué te quedó de ese episodio de tu vida?
- Que era mi día y lo hice de otro. 
- Háblame de Leonardo.
- Leonardo fue mi primer novio, mi primer amor. ¡Qué impresión! tiene los mismos ojos que Ernesto. Yo creía que iba a ser el único. Escribía mi nombre con su apellido en todas mis libretas. Con Leonardo aprendí a jugar golf. De verdad pensaba que era un juego de viejos aburridos con barrigas cerveceras, pero descubrí que me gustaba el golf.
- ¿Sigues jugando golf?
- Me gusta mucho, pero la verdad, no. Es que no tengo tiempo y no tengo acción en ningún club de golf. Pero tengo todo; los palos, el pañito, una caja bellísima de cuero con los tee, los zapatos, el sombrero, todo.
- ¿Qué pasó con Leonardo?
- Con él me divertía mucho, era como muy enérgico. Siempre quería salir, siempre había un plan. Tenía muchos amigos. Las amigas decían que él era lo máximo, que era como una amiga más. La verdad es que salía conmigo y con una que otra de sus “amigas” pero eso lo supe casi al final, cuando me dejaba en mi casa y se iba "y que" a dormir, y seguía la parranda, pero yo era incapaz de sospechar, puesto que yo era una niña bien, cumplía con todo como decía el librito, pues. Después de mucho tiempo, supe que la relación física con él no era tan buena, en aquel momento no lo sabía, pero después sí y aprendí que es mejor tener una frustración sexual por un rato, que un corazón roto por muchos años.
- ¿Cuánto tiempo duró la relación?
- Cuatro años, pero la verdad es que hay dos fechas en las cuales las cosas se acaban: cuando te dejan de querer y cuando una se entera. En el intermedio una lo que hace ¡es un papelón!

- ¿Qué aprendiste de esa experiencia?
- Que uno quiere un amor, una amiga, una carrera, una casa, un perro, una vida y eso no es así. Aprendí que no hay un libro con un sólo capítulo.
- ¿Qué vino después?
- Me vienen a la mente varias imágenes. Como retazos de capítulos de mi vida.
- Háblame de eso.
- Es un recorrido por varias personas. Hombres con los cuales salí. Bueno tampoco es una colección larga, pero la imagen es como un desfile: Infieles, falsos, solitarios, depresivos, algunos que ni me gustaban de verdad. Yo me veo y lo que recuerdo es una ensalada de actividades: buceo con Gerardo, bicicleta con Humberto, pesca con Marcos, los cuentos aburridísimos con Alonso, películas malas con Fernando, y un closet lleno de cuanta cosa es posible acumular: chapaletas, arpones, bicicletas, películas malas, palos de golf, sin saber realmente que era lo que más me gustaba hacer. Es cansón esto. 
Por cada actividad que hacía con ellos, así mismo imaginaba mi vida, los niñitos que tendríamos estarían ¡buceando, o pescando, o en bicicleta! 
- ¿Pasó algo especial con alguno de ellos?
- Bueno, yo estaba con la mano estirada y el dedo listo para el anillo, pero nada que llegaba. Mis amigas se iban casando y yo nada. Así que me puse a lo que yo llamé “evaluar curriculum” Claro que me ofrecieron matrimonio varios de ellos, pero eran los que yo creía los peores, eran como muy buenecitos o mejor dicho; los aburridos. Yo quería al tipo más guapo, al más sociable, al más competente, al más sobresaliente en todo. Yo quería a un príncipe azul, pero los hombres tienen la piel color piel y la sangre roja. No hay nada azul. Hasta que llegó Vicente. Ese era el perfecto. Alto, guapo, con una sonrisa de pepsodent, deportista y además exitosísimo. Me casé. ¡Claro que me casé! No sabe lo que fue mi boda, no faltó nada. ¡Ni la cinta del misal que mandé a traer de afuera! ¡Había llegado el hombre que iba con el vestido de mi vida! Fue espectacular la fiesta: Cuarteto de cuerdas en la iglesia del colegio Belén, coro de la camerata barroca, salón de fiesta, centro de mesa, velas, comida, orquesta, ¡ah! y un estupendo cotillón para la hora loca. Qué apropiado el nombre, ¿no?
Preparé la fiesta por casi un año. ¡Esa si la preparé yo completica! Claro, mi mamá y mi suegra me ayudaron mucho y me dejaron treinta invitaciones para mis amigos, de resto, ellos tenían que cumplir con su gente de toda la vida.
- ¿Cuánto duró tu matrimonio o sigues casada?
- Duró 10 años, dos niñitos y un infierno. De ese matrimonio yo terminé así como cuando una mete a lavar la ropa blanca con la ropa de color. Veía las fotos de la boda, y allí estaban esas dos personas extrañísimas, que no me fue posible reconocer.
- ¿Ves alguna otra imagen?
- Veo una vida, doctor, veo todo ese período de mi vida como una película en blanco y negro.
- ¿Qué significa el blanco y negro?
- Me fui para adentro un día que ya divorciada y frente al espejo me preparaba para una cita, estaba preocupada por si yo le iba a gustar  al hombre con el cual iba a salir y de la nada y con el peso de un edificio, me cayó una locha: ¿me irá a gustar a mi? Y de inmediato me desmaquillé y me puse la pijama.
- ¿Qué pasó allí? 
- ¿Allí? Allí pasó que boté todas las películas de príncipes y princesas, no sin antes darme cuenta que todas ellas terminan el día que se casan. Nadie hizo la película cuando Cenicienta tuvo dos muchachitos y engordo veinte kilos.
Allí llegó el color. Llegó lo que yo llamo “el día del quiéreme yo” pero no crea que es así facilito y ya todo arreglado, ¡nada que ver!
Ese día saqué mi cuadernito para la vida y empecé a hacer listas y listas, de todas las cosas que me gustan a mi: comidas, deportes, películas, amigos, trabajo, ¡hombres! me dediqué a buscar mi pasión, mi vida, a escudriñarme como a quien le sacan los piojos de la cabeza.
Aprendí que en materia de hombres los hay buenos, los hay malos y los hay gente. Pero que tengo que ser buena yo, bonita yo, gente yo.
- ¿Ves alguna otra imagen?
- Si, doctor, me veo yo. Me veo a mí. Tranquila, sin sentir que voy a presentar un examen. Sin estar buscando un hombre como cuando voy a una tienda a escoger ropa. Que lo que tengo que aprender a escoger tiene que ver conmigo, con lo que quiero, con cómo lo quiero, y con qué estoy dispuesta a vivir. 
- ¿Hay alguien en este momento que está contigo?
- En este momento... sí, como no, estoy conmigo.

11 comentarios:

Simon Neuman dijo...

Me encantó!!

Beatriz González dijo...

GUAO, me quito el sombrero...de verdad era justo lo que necesitaba leer hoy, después de miles de decepciones amorosas en fila... estupendo!!!que sabia resolución ''estás con alguien?CONMIGO'' bravo!!

SERVIA ODREMAN dijo...

ME ENCANTO TAMBIÉN!!!!

SERVIA ODREMAN dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Es increible lo que podemos hacer cuando queremos evitar la soledad, y lo maravilloso que es abrir los ojos y darnos cuenta que ser quienes somos, con virtudes y defectos, esta bien. Que lo importante es aceptarse a si mismo, y no convertirse en una especie de camaleón solo por agradar a otros! Excelente trabajo Miti! Brillante! Ailoviu siempre!

Maiskell dijo...

Gracias por sus comentarios, es rico escribir y compartirlo, para mi es una experiencia nueva y lo mejor de todo es que les guste!

Unknown dijo...

El relato se apodera de la imaginacion y te lleva a lugares inesperados...No deja de emocionarme ver le torrente de talento que dejas salir en todo lo que tocas...

Julieta Buitrago dijo...

Maiskel este post es lo máximo!
Gracias

Herbert Silva dijo...

¡Me encantó Mika!... Fresco y atiborrado de vida.

Así parecen transcurrir algunas personas. Rescato el hecho de que lograr verse al espejo es de valientes, pero también es necesario reconocerte en esa imagen.

Ese paso es el complejo; se necesitan herramientas o, en el peor de los casos, muchos golpes.

Dar el giro amertita años o, aunque suene a cliché rayado, experiencia; pocos lo logran antes de los 30. Tu maravilloso personaje, los debe haber pasado...

Creo que los caminos se construyen y se andan y se sufren y se pasan... Te felicito... Un beso.

Ira Vergani dijo...

Niña que cosa tan buena!!!! Felicitaciones en verdad...y en cuanto al fondo, pues de acuerdísimo, cuando una deja de sentirse como en examen oral, ahí mismito es cuando la cosa se pone buena

HM dijo...

Me encanto, es de esas lecturas que te atrapa y que sientes que te interesa desesperadamente leer lo que sigue. Y lo Mejor de todo el mjs que deja.