No la estaba buscando pero la encontré.
Me quedé viendo una trama sencilla, sin saber que la película estaba etiquetada como “película cristiana”.
Hay un discurso final del protagonista, que aún cuando menciona muchas veces a Dios (si no le gusta mucho Dios, sustitúyalo por algo en lo que crea) no por eso deja de tener mucho sentido que habla de algunas de las razones del porqué muchos muchachos están en las cárceles por la falta de padres.
Me quedé viendo una trama sencilla, sin saber que la película estaba etiquetada como “película cristiana”.
Hay un discurso final del protagonista, que aún cuando menciona muchas veces a Dios (si no le gusta mucho Dios, sustitúyalo por algo en lo que crea) no por eso deja de tener mucho sentido que habla de algunas de las razones del porqué muchos muchachos están en las cárceles por la falta de padres.
Habla
del compromiso y la responsabilidad que tienen los padres para con los hijos y
me hizo recordar una frase que he escuchado desde hace muchos años: "Venezuela
es un país de madres solteras y padres irresponsables." No manejo estadísticas, pero creo que eso ha cambiado.
Como dijo una vez un actor: "No escojas al hombre de tu vida, sino al hombre de la vida de
tus hijos". Tiene sentido.
Aquí
va el discurso:
“Como
oficial de la ley, he visto de cerca el profundo daño y devastación que la
falta de padre produce en la vida de un niño. Nuestras prisiones están llenas
de gente que fueron descuidados y abandonados por sus padres. Heridos por los
hombres que más debieron amarlos.”
“Muchos
de esos niños siguen el mismo patrón de irresponsabilidad que el de sus padres.
Mientras que muchas madres se sacrifican por ayudar a que sus niños sobrevivan,
no es su misión que carguen por sí mismas con todo ese peso. Gracias a Dios por
ellas. Pero hay estudios que indican que un niño necesita desesperadamente un
padre. No hay duda al respecto.”
“Como
saben, a principio de año, mi familia soportó la pérdida de nuestra hija de
nueve años, Emily. Su muerte me obligó a ver, que no solo no había aprovechado
el tiempo valioso que tuve con ella, sino que tampoco había comprendido cual
crucial era mi rol como padre para ella y para nuestro hijo Dylan. Desde que se
fue, le pedí a Dios que me mostrara en su palabra, como ser el padre que debo
ser.”
“Ahora
creo que Dios desea que cada padre se proponga valientemente hacer lo que haga
falta para involucrarse en la vida de sus hijos. Pero además de estar allí y
proveer para ellos, debe caminar a su lado acompañándolos y siendo una imagen
clara del carácter de Dios, su padre celestial.”
“Un
padre debe amar a sus hijos, y buscar ganarse su corazón. Debe protegerlos.
Disciplinarlos y enseñarles la palabra de Dios. Debe enseñarles a caminar con
integridad y respetar a los demás. Debe instar a sus hijos a que sean hombres y
mujeres responsables para que vivan sus vidas según los valores eternos.
Algunos hombres escucharán y lo ignoraran, pero les digo que como padre, son
responsables ante Dios por la posición de influencia que él les dio. No pueden
quedarse dormidos al volante para despertar un día y darse cuenta que su
trabajo o sus hobbies no tienen valor eterno, como lo tienen las vidas de sus
hijos."
"Algunos
hombres escucharán esto y se burlaran, pero no tendrán la fuerza para
aplicarlo. En cambio, vivirán para ellos mismos y desperdiciaran la oportunidad
de dejar un legado sagrado para la próxima generación. Pero habrá otros
hombres, que a pesar de los errores cometidos en el pasado, a pesar de lo que
nuestros padres no hicieron por nosotros, pondremos todo el empeño posible y
dedicaremos el resto de nuestros días a amar a Dios y enseñarle a nuestros
niños que hagan lo mismo."
"Y
cuando sea posible amar, y ser el mentor de quien no tiene un padre en sus
vidas, pero que necesitan ayuda y dirección con desesperación, invitamos a
cualquier hombre, cuyo corazón tenga la voluntad, de unirse a nosotros en esta
resolución"
"En
mi hogar esa decisión ya fue tomada.
No
pregunten quién guiará a mi familia, porque por la gracia de Dios, yo lo haré.
No
tendrán que preguntar quién le enseñará a mi hijo a seguir a Cristo, porque yo
lo haré.
¿Quién
aceptará la responsabilidad de proteger y proveer a mi familia? ¡yo lo haré!
¿Quién
pedirá que Dios rompa la cadena de esquemas destructivos en mi historia
familiar? ¡yo lo haré!
¿Quien
orará y bendecirá a mis hijos para que realicen con valentía lo que Dios les
pida hacer? Yo soy su padre ¡yo lo haré!
Acepto
esta responsabilidad y es mi privilegio abrazarla. Deseo la gracia de Dios y su
bendición en mi hogar. Cualquier hombre lo desea. Por eso ¿a dónde están los
valientes? ¿Dónde están los padres temerosos del señor?
Es
hora de levantarnos y responder el llamado que Dios ha hecho, y decir:
¡Yo lo haré!
¡Yo lo haré!
¡Yo lo haré!"
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