miércoles, 24 de agosto de 2011

Cómo te digo que me importa, si no.

Me dio por escribir una obra de teatro sobre el tema de hacer y ser lo que uno quiere. Vaya que escribir una línea tras otra de forma coherente, no es nada fácil. Eso de que la creatividad llega en una "musa" cual taxi que uno llama para ir al aeropuerto a una hora especfica, no es cierto. Tuve que sentarme a investigar, leer, aprender, pensar, revisar internamente qué sé o qué he vivido sobre el tema. Recordar los cuentos propios, de amigos y desconocidos, preguntar, preguntar y preguntar, y finalmente escribir.

Todos tenemos la "certeza" de que somos libres de la etiqueta de la necesidad de aprobación, pero nos ponen un post it el primer día de clases en el kinder con pega "no se cae fácil" y tinta indeleble.

Desde muy pequeñitos, nos ponen a repetir "¿cómo es que hace el pollito?" "hazme un ojito" y pare de contar, para quedar bien y ser "graciosos" frente a familiares y amigos. 

El "gracias" y "por favor", me lo mandaron todos los días en la lonchera del colegio (con razón y ¡gracias mami!)

La pregunta que imagino nos han hecho a todas las personas en el mundo es: ¿qué vas a ser cuando seas grande? Y así, nos van "formando"como hasta los dieciocho años cuando se supone que uno es adulto "sabe lo que hace" y es hora de tomar las decisiones que nos incumben para llegar a ser un ciudadano de "bien".

Hasta ese momento, todo bien, pero de pronto aparece un profesor de esos que te dejan la masa encefálica echa papilla, cuando suelta perlas tipo: "El carácter es un estilo de decisión y las decisiones hacen el destino"

Y uno sale a preguntarle al brujo de "confianza" de tu amiga del alma ¿qué es lo que va a pasar en mi vida? Estos tipos inteligentes saben que hay tres temas principales que angustían a casi todo el mundo: Amor, Dinero y trabajo. Si tienes cara triste, vas por amor. Si tienes la ropa usadita, vas por dinero, y si vas a las 11 de la mañana: no tienes trabajo. Así que ellos saben para que vas y te dan la dosis necesaria de respuestas, sin comprometerse mucho con fechas pasadas o futuras, o con nombres precisos.

Pero llega uno de esos momentos de iluminación, que sabes a donde ir a preguntar y te encuentras que tienes que pasar horas de terapia, para desaprender todo lo que hasta ese momento te parecía normal y como debía ser.

La obra la escribí, y finalmente la acabo de revisar y reescribir. Ha sido la mejor sesión de terapia que he podido tener jamás. 

Como un recordatorio de este maravilloso viaje por las letras, dejo esta frase de Oscar Wilde, que resume bien el contenido de mi título:

"Nunca des explicaciones, tus amigos no las necesitan y tus enemigos no las creerán"

miércoles, 3 de agosto de 2011

Palabra que me lo gocé!

Me lo gocé completo, no solo el texto, sino leerlo. Me gocé mi texto y el de todos los que leyeron conmigo para darle un regalo a Caracas en el evento "Palabra de León".
¡Ciento sesenta, 160, 1.6.0., escritores!. Una cosa impensable organizada por IMA que suena a organización, pero es Inés Muñoz Aguirre y su equipo de hacedores, porque no puedo describirlo de otra manera.
Una experiencia nueva eso de ir leyendo por Caracas. Me encantó el poema de Oswaldo. No sé quien es y todavía no monta su poema en el blog que contiene todas las lecturas (http://publicartecaracas.blogspot.com) y quiero leerlo ya!
Hermileydis nos regaló su "Caramba Caracas" y nos llevó por todas las "C" que nuestra ciudad ofrece. Elba Escobar le cantó a su Caracas sin ninguna duda. La conoce de tanto mudarse. Llena de tanta verdad como ella. El escrito de Mónica Montañés es tan sabroso, que al escucharla uno sabe que habla de Caracas y sus caraqueños!

Fue un regalo para la ciudad, pero tengo para mi que Inés Muñoz Aguirre nos dio un regalo personal.
¡Gracias miles!