viernes, 26 de febrero de 2010

La montaña es verde, el cielo despejado. La montaña es verde, el cielo despejado. La montaña es verde, el cielo despejado.

El cielo parece que se hubiese fumado muchas cajas de cigarrillos en una habitación cerrada. El color de la montaña es marrón demacrado tirando a gris. Adriana -mi amiga poeta- hizo una plana que decía que el calor era psicológico, yo pongo esta foto a ver si con la mente cambio la vista desde mi ventana.

jueves, 25 de febrero de 2010

fin de curso o cuatro meses de terapia con letras

Anoche terminé mi curso de Dramaturgia con Mónica. No tengo palabras para describir la risa y el gusto, el aprendizaje, la alegría de escuchar las historias de mis compañeros, conocer gente tan hermosa, tan llena de ganas de escribir y compartirlo, ha sido uno de mis mejores viajes.

Empezamos a escribir desde el primer día. Llegué a la segunda clase, ya no recuerdo porqué no estuve en la primera, pero desde ese primer día se escribe de una. La idea de mi obra ya rondaba en mi cabeza como una idea de "algo". Me pensé mis temas, puse dos en el tapete y ese público maravilloso escogió una. Ahora sí tenía por donde darle forma a eso que había pensado.

"No chica, yo que te escribo de lo más bien, lo voy a hacer así en un dos por tres" - cree uno.

En el taller aprendí que todo drama necesita orden. No es que uno llega y hace lo que quiere. Nada que ver. Hay que pensar el drama, sentir el drama, contar el drama.

Una de las cosas que más me impactó fue el profundo respeto que sentí de parte de la profesora ya que era la primera que llevaba sus tareas a cada clase. ¿Cómo puede uno no cumplir? es que si ella, que está escribiendo una novela, lanzando su segundo libro, mamá de dos chamos, esposa de alguien y quién sabe cuántas cosas más, puede hacerlo ¿cómo no voy a poder yo?

No fue suficiente saber que la "profe" es una persona ocupadísima, sino que algunos compañeros están más ocupados que teléfono público; Inés trabaja que trabaja, aunque la socia sea una santa y apoye esa inabarcable imaginación; Gabi, con bebé incluído y dibuja que te dibuja películas; Naya, entre niños, televisión, libros, videos; Adriana entre el stress de las noticias y sin saber qué pasará mañana, pásaba al "es cuatro" con sus divertidos cinco minutos; Renatta, trabajo, mudanza, en la búsqueda de sacudirse tanta "estructura"; Seni, happy happy, dándonos psicología pura y cual camaleón cambiando frente a nuestros ojos; Carlos, construyendo, construyendo; Melita, quien nos consintió cada miércoles con café, nos hizo reír con su historia y hasta le pusimos frase publicitaria: "Melita, qué sorpresa más bonita"; Herbert, el bussines man y así cada uno de nosotros, compartiendo cada miércoles. Casi nadie faltaba a la cita, y estoy segura que casi nadie faltará en la entrega final.

Tengo tanta curiosidad por ver las obras, por leer la mía, por ver que ese mundo tan maravilloso del crear me puso a estos nuevos amigos en el camino, con los cuales tengo un lenguaje en común y a quienes agradezco las palabras y el empuje para querer ser mejores.

¡Los voy a extrañar!

martes, 23 de febrero de 2010

Amaneceres obligados

 
Esto es lo que veo en las mañanas desde Diciembre para acá que se me cayó la cortina. El cortinero se dobló y no sé bien cómo repararlo. A veces es un enorme fastidio que entre tanta luz, pero ese día me paré, me hice un café bien clarito, y saqué mi cámara para ver que salía. A  quien le guste que se lo disfrute, ¡yo lo hice al máximo!


domingo, 21 de febrero de 2010

¡Mis super amigos!

Mi hermana WW pintó esta maravilla para el cumpleaños de su hijo D, en el cual nos disfrazamos todos: adultos y niños. Mi hermano fue el más feliz disfrazado de Zorro, nos dijo: -Sé que la fiesta es de los super amigos, pero si me voy a disfrazar quiero ponerme el traje que recuerdo con mayor alegría: el Zorro.

¡Fue lo máximo nuestro Zorro! hablaba por celular, bailaba salsa, merengue, tecno, disco, propagandas y etcétera; tomaba whisky y posaba maravilloso para las fotos.
La cosa es que nuestro Zorro estaba pendiente de una Batichica sensacional que estaba en la fiesta que no tenía la menor intención de ser la señora del Zorro, pero éste es otro cuento.

Aquí les pongo esta imagen a mis super amigos: Mayen, Noe, Elizabeth, Maite, Adriana, mi YYei, Agua, Maria P., Annie, Lady Marian, Cris, Jam, Cathy, Rondi, Zori, León, Susi, Simón, Sami, Silvy, RR, Oscar, Omar, Meme, Mari M., Lorenzo. Los amo y estoy feliz de estar con ustedes hoy y siempre.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Daisy Miller, niña ¡qué imprudente!

Daisy Miller es un libro de Henry James. Lo compré hace tiempo. Estaba en mi biblioteca, allí en el estante de los libros que tengo en cola para leer. Comencé el sábado. Es fresco -me digo- ligerito de leer. Cuando voy por la página veinte, leo: "...y de este modo, Miss Miller, continuó conversando sobre los asuntos de su familia, y también de otros temas con un recién conocido..." y me sorprendí pensando, pero que tipa más imprudente, las cosas no se cuentan de esa manera a nadie, se ve que ¡nunca estuvo en Caracas!

Qué cosa que lo atrape a uno la forma de vivir de aquí. Me desvié del libro, me levanté del sofá y me serví una gran coca cola light, busqué un cigarro y me paré en la ventana de la sala a pensar eso del contar la vida y a quién. Esa señorita vivió la vida de forma imprudente, pero sólo porque a la clase alta de Suiza o de Roma en los años de 1800, le pareció de poca clase, de baja educación o sin cultura alguna, el tener amigos que no fueran aprobados por esa sociedad. Yo en cambio, lo que pensé fue que si seguía contando la iban a atracar o en su peor caso a secuestrar.

viernes, 12 de febrero de 2010

Una acera me dice que me quiere

 
Hace unos años el día de los enamorados era ¡el día de los enamorados! Si estabas empatada te  daban tu regalo (si no había problemas a la vista, por supuesto) y si te llegaba uno sin remitente, tenías un enamorado oculto que hacía que nos transformáramos en Angela Lansbury tratándo de conseguir quién era "ese" a quien le gustabamos. De pronto y te llevabas una buena sorpresa, pero por lo general, era ese chico a quien nunca le ibas a parar!
Por supuesto que me enviaron mi cadenita con un corazón verde tipo Titanic -aseguro que era de plástico auténtico- pero de eso ya hace muchos días de los enamorados. Nunca supe quién fue, aunque yo se lo endilgué al muchachito ese que me gustaba y que me veía y me veía cada fin de semana que iba a jugar a casa de una prima. Nunca me dijo nada, no sólo del regalo, sino ¡nada de nada! 

Siempre me llegó mi regalito del día de los enamorados, pero lo más increíble fue la primera vez que me llamó una amiga y me dijo: ¡feliz día del amor y la amistad!
Yo dije: ¡esta se volvió loca! y es que en mi cabeza, era sólo para los enamorados, y mi amiga me dice: "pero mija ¿en dónde vives tú? en todas partes se celebra el día del amor y la amistad, así que te la calas: ¡felíz día de la amistad también!"

Hoy, pongo ésta foto que tomé en una acera de la Av. Rómulo Gallegos, frente a un edificio, donde imagino que algún enamorado quiso dejar constancia de su amor para celebrar tan digna fecha, porque siempre el amor ¡hace bien!

Feliz día de lo que mejor tengan a mano: la amistad o el amor.

martes, 9 de febrero de 2010

De repente, te traicionó el subconciente

De repente vienes y le jorobas la vida a un montón de gente, y de repente, crees que lo estás haciendo bien.
Es que de repente, se me va la luz en la mitad de la ducha cuando tengo el cabello lleno de champú, y me la tengo que calar porque de inmediato se va el agua y me quedo como si me hubiese puesto una mascarilla de huevo que se seca.
De repente quiero viajar porque necesito comprar algún equipo nuevo para mi trabajo, o sólo por el gusto de viajar, y así, de repente, me quedo sin dólares, porque la página de Cadivi no funciona y no puedo leer las instrucciones de las carpetas que debo preparar, para ver si de repente, en el banco me dan mis dólares.
Pero es que de repente, a uno lo roban, y no hay ningún lugar al que uno pueda ir a hacer una denuncia y saber que van a procesar el reclamo.
Pero lo que sí puedo decir, es que tu programa de radio, tiene un nombre fabuloso para describir tu improvisada forma de actuar.

Quiero padrinos

Pensaba hoy en Toto. Lo veo en mi cabeza y converso con él y sé varias cosas: te gozas hasta la tragedia.

Las preocupaciones son preocupaciones, y estoy segura que dices que la hora de la preocupación es de tres a cuatro de la tarde, de resto, tienes mucho en que fijarte y mucho que saborearte como para no ponerle horario a "esa cosa" de la preocupación.

Sé también que puedes perder el reloj y no darte cuenta de la hora si estás conversando con una amiga y esa conversa te lleva en la alfombra mágica de tu mente a un buen viaje, o a una buena historia. Sé que puedes quedar mudo frente a un plato que tienes tiempo con ganas de comer. Sé que puedes esperar impacientemente por la fecha en la cual abrirás la botella de vino con tu mejor pana para celebrar el encuentro. Sé que puedes estar en una reunión importante pero en la mente, estás escribiendo tu mejor texto y estás apurado en buscar un papel y un lápiz para anotar las ideas antes de que se vayan, y sé que te acuestas con una sonrisa cada día agradecido de ser Toto.
A tí y a Mayen los quiero nombrar padrinos de mi blog.
¿Cómo hacemos el ritual?

domingo, 7 de febrero de 2010

Domingo de lectura de la bola de cristal

Tengo horas sentada en la computadora escribiendo una presentación.

Debería dar una visión hacia el futuro, decir que debería ser promisorio, ser absolutamente positiva con lo que va a ser nuestro país y las tremendas posibilidades que hay en él. Pero, ¿cómo me trago eso si lo que veo son cifras en negativo? ¿me pongo a leer libros de autoayuda? ¿me hago la sorda?

Aquí no hay quien se salve de esta reversa de país.

Mejor me quedo viendo los comerciales de Polar, donde muestran el país en el cual nací y al que busco irremediablemente y no encuentro. Que me digan que hay todo por hacer, lo creo, pero que se pueda, lo dudo.

Esta noche me tomaré mi té contra el pesimismo y espero levantarme con el ánimo en orden para decir que lo que viene será mejor y que hay que echarle ¡un kilo de ganas!

sábado, 6 de febrero de 2010

Comienzo hoy

Si al hombre lo define lo que hace, empecemos por presentarme: soy Maiskell y nací un 13 de mayo -así me dijo mi mamá porque ¡no lo recuerdo!
A los nueve años me sacaron la cédula y entonces fue oficial: mi nombre es J. Maiskell.

Estudié primaria, bachillerato y luego a la universidad, a estudiar Ingeniería. Así que después del propedéutico (números, reglas, cálculo y afines) ya sabía que eso no era lo mío. En unas vacaciones me puse a hacer un curso de locución, y allí encontré algo que hasta el día de hoy me encanta hacer que es la radio. Las pasantías eran los fines de semana en la Emisora Cultural de Caracas, donde se escuchaba pura música clásica. Siempre sentí que el entusiasmo era mi compañero de fin de semana. Esa música es un regalo para el alma, y ese regalo era todos los domingos donde aprendí a hacer radio y también aprendí nombres de músicos increíbles, las obras, los opus, y todo un mundo nuevo que se abría como la cortina de un gran teatro.

Comencé a estudiar publicidad, y en el segundo semestre, ya era pasante en la agencia Leo Burnett. Duré muchísimo como pasante. Casi un año. Para ellos era económico, para mi era una universidad en vivo!

Luego de esa experiencia, pasé por un par de agencias más y luego al mundo de la producción de comerciales de televisión, que me hizo viajar muchísimo, y me hizo conocer cada rincón de mi país.

Tenía un cámara que parecía mi cartera. Todo lo que hacía, para donde iba, estaba acompañado del click de mi cámara.

Un día, mi hobby lo convertí en mi quehacer y salí al mundo con muchos nervios pero con seguridad, para hacer de la fotografía mi forma de vida.  Sigo en ella.

Hoy abro este blog, con la idea de poner en práctica todos los cursos de escritura que he realizado: un año en Icrea con los mejores profesores del mundo, en especial con León Febres-Cordero, un griego que nació en Caracas, y quien después de muchos años sigue dándome lecciones. También estudié con Mónica Montañes en tres bellos y buenos cursos, con Doris Seguí, con Xiomara Moreno, y con el increíble Camilo Hernández, el cubano más venezolano que conozco.

Espero hacer honor a tantas enseñanzas.

¡Aquí vamos!