lunes, 15 de marzo de 2010

Dragona con tetas

Caminando por la carrera 15, voy con mi cámara tomando fotos de las cosas que me gustan o me atraen. Me paro en la esquina y me compro un vasito con mango verde cortado en trozos con su consabida ración de sal. Los domingos esa avenida deja de ser una calle llena de tráfico para convertirse en una ciclovía; un boulevard transitable para peatones, ciclistas y patinadores.
Es una feria para los ojos ver la variedad de personas que se van a "pasear" por la mitad de la calle: un señor con su bicicleta con shores deportivos y zapatos de vestir, otro señor con su pinta super deportiva y un sombrero, o al vendedor que tiene su tienda en dos ruedas, o a mamá, papá y niños, cada uno en lo suyo: bicicleta, triciclo y trote.
Normalmente apreciar la arquitectura de una calle llena de tráfico es un problema de selección ojística, ¿dónde poner el ojo? pero al estar vacía la calle se siente una ampliación visual que hasta para mí que cargo una cámara, es una cosa rara.
En una de sus paredes encontré este graffitti, elocuente con el título de mi blog, quise ponerlo ¡Una dragona con tetas grandes y más allá!
Para que lo disfruten con placer o con horror.

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