martes, 9 de febrero de 2010

De repente, te traicionó el subconciente

De repente vienes y le jorobas la vida a un montón de gente, y de repente, crees que lo estás haciendo bien.
Es que de repente, se me va la luz en la mitad de la ducha cuando tengo el cabello lleno de champú, y me la tengo que calar porque de inmediato se va el agua y me quedo como si me hubiese puesto una mascarilla de huevo que se seca.
De repente quiero viajar porque necesito comprar algún equipo nuevo para mi trabajo, o sólo por el gusto de viajar, y así, de repente, me quedo sin dólares, porque la página de Cadivi no funciona y no puedo leer las instrucciones de las carpetas que debo preparar, para ver si de repente, en el banco me dan mis dólares.
Pero es que de repente, a uno lo roban, y no hay ningún lugar al que uno pueda ir a hacer una denuncia y saber que van a procesar el reclamo.
Pero lo que sí puedo decir, es que tu programa de radio, tiene un nombre fabuloso para describir tu improvisada forma de actuar.

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